Tanto cielo para mí

¿Cuál es tu cielo? ¿A dónde vas? Por qué yo, no puedo quedarme quieta. Me imagino en cualquier rincón del mundo, Llenando mi mente y cuerpo de muchas experiencias. Es que tenemos capacidades ilimitadas. A veces pienso si me dará el tiempo para todo, Pero creo que sí, porque soy joven. Acá lo que importa es ser joven de alma, Llenarse de valor, arrancar. - Vos ya arrancaste? Porque yo ya tengo una enorme lista, Que me tiene inquieta y eufórica. -Vos ya tenés tu lista? Si querés te ayudo a hacerla. - Utópico? No, no es utópico. Todo se puede. Hay que decidir, animarse. Hay que imaginar, ser soñadores. Pero hay dos formas de soñar. La primera es pensar que es inalcanzable, esa que te hace borrar todo, la que te lleva a la frustración, la que estanca.

Esa no es la correcta. La segunda, es la que te lleva a ese lugar, la que no te deja dormir, la que te acelera el pulso y te llena de energía. Esa que te hace buscar las formas posibles para hacerlo, la que busca los medios y recursos, la que proyecta. Una vez que soñás así, Te encontras en dónde imaginabas. Y una vez ahí, no hay vuelta atrás. Ahora soñar es un motor de arranque, de entusiasmo, de energía. Ahí es cuando te das cuenta, De lo que sos capaz, de que si se puede. Y recorres tu cielo. Hay tanto cielo para mí, Que a veces paro, para armar vuelo, Y despegar de nuevo. Y vos, cuál es tu cielo?